Estas sustancias de síntesis química no natural, herederas aún no reconocidas de la industria química mundial, viajan en el aire, la tierra, el agua y en los alimentos a cualquier lugar del mundo y se alojan en los tejidos grasos de los seres vivos, integrándose en forma acumulativa a medida que se asciende en la cadena alimentaria. La exposición mínima a estos elementos, especialmente en la etapa prenatal, como así también en los meses posteriores al nacimiento favorecen la aparición de graves enfermedades a largo plazo. Es importante conocer los detalles de estos impostores hormonales que ya fueron reconocidos por la Organización Mundial de la Salud.
El Dr. Nicolás Olea Serrano es Catedrático de Medicina en la Universidad de Granada y Coordinador de Investigación del Hospital Clínico de Granada. Su especialidad es Radiología y Oncología y aporta su conocimiento científico sobre las consecuencias de la ingestión de productos con acción hormonal en nuestra salud mediante el siguiente video:
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